La humanidad empezó a utilizar mecanismos rotativos hace miles de años, incluso antes de la época en que todo el mundo estaba seguro de que la Tierra era plana. A principios de la Edad Media y un par de cientos de años antes, los molinos de viento giraban en los campos: eran los mecanismos rotatorios más primitivos.
Hoy en día, el motor rotativo más pequeño está perfectamente asentado en el mundo de los tatuajes artísticos. Por ejemplo, KEG Slide Máquina rotativa de tatuar (Negro) es un brillante representante de estos dispositivos.
En esta unidad, el rodamiento acciona un pequeño elemento que se denomina corredera o pasador. El muelle de retorno permite que este elemento se deslice suavemente hacia arriba y hacia abajo, asegurando un recorrido estable de la aguja de 3, 6 mm. Funciona a una velocidad de 8000 RM y un voltaje de 6 - 13 V. Esta ligera máquina de aluminio sólo pesa 120 gramos.
Las máquinas rotativas se están popularizando rápidamente, sustituyendo poco a poco a los clásicos aparatos de inducción para crear imágenes en la piel: los tatuajes. El secreto de su éxito es muy sencillo: ofrecen una gran versatilidad única a un precio sostenible.
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