Tatuaje Lengua y libertad condicional

La langue se utiliza para identificar el sistema de reglas de cualquier tipo de intercambio de información que es independiente del usuario, y a su vez, la parole consiste en los significados específicos que se hacen de la langue en el proceso de uso de esta última (Saussure 1959). Para desarrollar de cerca el uso de estos conceptos, se aplicará otro ejemplo del ámbito del tatuaje: el tatuaje criminal ruso, el estilo que es, hasta cierto punto, un clásico vivo del tatuaje casero.

El complejo sistema de signos en que se convirtió el tatuaje de los prisioneros rusos tenía varias capas de funcionamiento y significado. En primer lugar, uno servía como identificador jerárquico, ayudando a llevar a cabo los procedimientos de subordinación que prescribía estrictamente el códice de los criminales. Por otro lado, los tatuajes también se utilizaban para "estigmatizar" por la fuerza a los representantes de las castas inferiores de la comunidad carcelaria (Baldaev 2006). Otra función del tatuaje criminal ruso es la comunicativa.

Los diseños de los tatuajes constituyen un lenguaje complejo formado por símbolos que pueden transmitir gran cantidad de información. El simbolismo de este lenguaje se basa en características personales relevantes en el mundo criminal, como la "especialización" del convicto, el tipo de delito por el que fue condenado, cuántos años pasó en prisión, su drogodependencia, lealtad/deslealtad, etc. (Lambert 2000). De este modo, los tatuajes del delincuente constituyen su CV, haciendo visibles todos sus logros vitales a sus compañeros de condena.

Todos los símbolos utilizados para identificar las funciones aboveladas se refieren a la langue, constituyen un conjunto de símbolos acordados que están diseñados específicamente para transmitir una información concreta. Al mismo tiempo, se dan casos distintos de descodificación de la información tanto por parte de quienes son capaces de hacerlo por poseer ciertos conocimientos como por parte de quienes son incapaces y, por tanto, la interpretan erróneamente. Por ejemplo, una persona cualquiera de la calle puede pensar que el amante de los tatuajes es un ex presidiario, mientras que un ex presidiario real que sepa cómo son los tatuajes de la cárcel nunca cometerá tal error.

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