Japón es un país conocido en todo el mundo por su estilo cultural único.
El tatuaje japonés forma parte del desarrollo de la rica historia de este país y es de interés para la mayoría de los aficionados a esta tendencia artística. Pero, ¿cómo apareció y evolucionó con el tiempo el tatuaje japonés?
Existe la teoría de que por primera vez los japoneses tatuajes aparecieron en el Paleolítico, unos 10.000 años a.C. Se descubrió que en aquella época los japoneses empezaron a pintarse la cara y el cuerpo con dibujos especiales, confiriéndoles un significado decorativo y espiritual. Sin embargo, no todos los científicos están de acuerdo en que unos dibujos tan característicos puedan llamarse tatuajes de verdad.
Luego, en el Yayoi período, entre el 300 a.C. y el 300 d.C., la presencia de tatuajes en los cuerpos de los habitantes de Japón simbolizaba el estatus social y también tenía un significado espiritual. Pero en el periodo posterior al 300 d.C. y hasta el 600 d.C. la percepción de este arte cambió significativamente, y los tatuajes empezaron a utilizarse como castigo entre los criminales.
Sin embargo, dicho estilo de tatuaje japonés, tal y como podemos observarlo hoy en día, nos llegó de la época que se conoció como el Edo (de 1600 d.C. a 1868 d.C.). En aquella época, los artistas del tatuaje utilizaban distintas herramientas para crear sus propios grabados, como cinceles y baches. Además, la gran mayoría de los artistas del tatuaje utilizaban Nara-tinta, que cambiaban su color a verde azulado cuando se introducían bajo la piel.
Tampoco existe una opinión definida sobre quién tenía tatuajes en Japón. Algunos creen que los tatuajes eran privilegio de los comerciantes ricos, otros, por el contrario, los asocian a la clase baja, y otros creen que eran personas que realizaban trabajos peligrosos, que utilizaban Irezumi para su protección.
Sin embargo, la situación volvió a cambiar y a principios del periodo Meiji (entre 1868 y 1912) el gobierno japonés declaró ilegales los tatuajes para preservar su imagen ante Occidente. A pesar de esta prohibición, los tatuajes seguían siendo populares y se utilizaban ilegalmente entre los grupos criminales, y atraían a los extranjeros que venían a Japón para ver a los famosos tatuadores japoneses.
Durante la ocupación de 1948, los tatuajes volvieron a estar permitidos para la población japonesa, pero su uso seguía estando asociado a actividades ilegales y a la responsabilidad criminal (especialmente con la famosa mafia japonesa Yakuza).
Hoy en día, el tatuaje occidental es más popular entre los jóvenes japoneses, que llevan sus propios bocetos de tatuajes al artista o eligen entre los que se ofrecen en el salón de tatuajes. La tinta se inserta bajo la piel con una aguja. Pero algunas personas siguen desaprobando este elemento del arte. No es fácil encontrar un buen salón de tatuajes fuera de las zonas turísticas o con militares estadounidenses en Japón.
A pesar de esta discriminación en Japón, Tatuaje japonés Los artistas son considerados profesionales en su campo. Este país sigue posicionado como uno de los mejores de todo el mundo, donde puedes hacerte un tatuaje de calidad a tu gusto. Algunos artistas del tatuaje muy experimentados siguen practicando el antiguo arte Irezumipero es bien sabido que se trata de un proceso muy largo, doloroso y demasiado caro.