En el siglo XVII, los shogunes giappones enviaron a Giappona a los extranjeros y todos ellos fueron expulsados del país. El país estaba totalmente aislado. Sólo los olandeses podían acceder a una estación comercial en Nagasaki. Al principio, los americanos que viajaban por la zona del Pacífico tenían siempre una carencia de carbón y necesitaban protección contra las tormentas para sus naves, en busca de nuevas expansiones comerciales, entre ellas la tierra japonesa.
En 1853, el comodoro Matthew Perry abrió el "País del Sol Levante" al comercio mundial. El Presidente de los Estados Unidos, Millard Filmore, ordenó negociar con este país, utilizando los barcos sólo en caso de emergencia.
La flota negra e imponente del Comodoro de los Estados Unidos se dirige a Giappone.
La flota ha mantenido la dirección hacia el sur de Tokio. La ciudad está colapsada por el pánico, cuando el humo pestilente entra en escena. Naturalmente, el motivo era buscar en las naves que emiten carbono, pero la gente pensaba que algo así se estaba quemando. El Escuadrón del Comodoro tenía naves de vela, enormes barcos de vapor, varias balandras de guerra y una imponente corbeta. Perry se sentía orgulloso de su flota, pues sólo había participado en el desarrollo de las batallas a vapor de la marina. Pero la nave ammiraglia Susquehanna era para Perry la mejor nave de la flota. Para evitar la confusión de los residentes, el diálogo abierto entre las dos partes ha tenido éxito.
En 1968 conoció el tatuaje japonés.
Ironía del destino, este año el nuevo gobierno imperial giapponés ha permitido a los tatuadores trabajar sólo en el extranjero y ha permitido a los locales utilizar sus servicios. Esta ley ha tenido un gran impacto en el tatuaje europeo y americano. Ex marinos, como George Burchett, se tatuaron el Giappone durante sus visitas a la Marina británica y dieron grandes testimonios. Por último, Hory Chyo de Yokohama -gran maestro del tatuaje- tenía clientes como el futuro rey inglés Giorgio V y el zar ruso Nicola II.
Hasta hoy, muchas personas han tatuado imágenes tradicionales japonesas, que de alguna manera se han convertido en clásicas. Siempre tiene un aspecto elegante y a la moda. Molti tatuatori lo ammettono, entusiasti della bellezza dell'arte orientale del tatuaggio.
George Burchett afirma que sólo el oriental, con su perseverancia, devoción y religiosidad, puede crear un tatuaje tan cercano a la perfección. Burchett conocía a muchos tatuadores occidentales dotados y de gran talento. Pero él sostenía que se trataba de los tatuajes del verdadero arte giponés, cultivado durante más de dos décadas.