Les tatouages...
El refrán dice que no hay que juzgar el libro por su portada. Sin embargo, hoy en día es difícil imaginar una forma platónicamente pura de percibir a los individuos de la puesta en escena circundante, en la que la moral estuviera estrictamente separada de los visuales y en la que los valores y las actitudes se formaran evitando los juicios previos. En efecto, en las situaciones cotidianas, la interacción humana tiende a construirse sobre la base de un cierto intercambio de datos, que comprende no sólo los mensajes verbales, sino también las apariencias visuales, los comportamientos, los hábitos, etc.
Entre estos atributos, hay uno que suscita controversia desde el principio de la clasificación: se trata de las modificaciones corporales, en particular los tatuajes. Si, por ejemplo, podemos definir fácilmente los rasgos del rostro como atributos naturales y difícilmente modificables, y los vestidos como atributos adquiridos y fácilmente modificables, los tatuajes se sitúan en cierta medida entre ambos. Adquisitivo y duradero a la vez, el tatuaje comienza a plantear preguntas con su única existencia: ¿qué motiva a la gente a tatuarse? ¿Esta modificación corporal es una instrucción directa de la moda, o más bien un ritual de iniciación personalizado? ¿Se trata de un canal de comunicación o de un sistema de signos de estatus?
Por supuesto, la respuesta podría encontrarse en la combinación de las funciones enumeradas anteriormente y en muchas otras, pero aquí puede reducirse la ambigüedad principal del fenómeno: la naturaleza indirecta de su función de comunicación, que siempre es un rasgo característico y un atributo importante del individuo, tal y como lo perciben los demás, por un lado, y la naturaleza personal de los tatuajes como signo, que tiene un valor profundamente interno, por otro. Se podría objetar que, con la industria del tatuaje que conocemos hoy en día, resulta muy difícil hablar del valor íntimo y del carácter sagrado de un tatuaje. tatouage. En efecto, como en cualquier otra forma de arte, en el tatuaje se pueden observar tendencias y modos, cambios de estilo, altos y bajos en la popularidad de ciertos motivos.
A un nivel más instrumental, se puede observar una abundancia de técnicas, que se traducen en enfoques y actitudes diferentes ante el tatuaje. Con toda esta variedad y diversidad de significados, la cultura del tatuaje se ha convertido hoy en una subcultura que se compone de subculturas, una caja de Pandora en la que este artículo pretende profundizar, en creusant jusqu'aux marques préhistoriques qui existent il y a des siècles et en revenant au style qui, à première vue, a plus en commun avec un tatouage des anciens. tatouage fait maison.
Aparecido hace relativamente poco como una marca estable y estilísticamente sencilla, el estilo de un tatuaje hecho en casa puede ofrecer más de lo que parece, empezando por los elementos más elementales.
pregunta que plantea: ¿qué hace que se haga un tatuaje en casa? Esta pregunta, en su recorrido, debe ser considerada
además de una simple guía de estilo, el tatuaje artesanal posee sus propias características.
el contexto cultural y las actitudes, los tótems y tabúes, las características y las prácticas excluyentes.
Continuando lógicamente con la serie de preguntas, también se planteará la pregunta central: ¿cuáles son los significados de los tatuajes hechos en casa y en qué se diferencian de los tatuajes hechos en los salones de tatuaje?
Esta tesis comienza con una investigación histórica que aporta una perspectiva suficiente sobre los significados y las funciones del tatuaje en distintas culturas, las vías de su desarrollo y los modelos de sucesión. La segunda parte trata del tatuaje artesanal desde el punto de vista de los artistas y consumidores de la cultura del tatuaje, con sus definiciones del tatuaje artesanal y sus actitudes al respecto. Para ello, se tienen en cuenta los datos procedentes de las redes de medios de comunicación social, donde se encuentran los principales discursos sobre el tatuaje artesanal.